miércoles, 29 de octubre de 2014

El escursionista 4

El escursionista 3

El escursionista 2

El escursionista 1

"Una de las cosas más memorables que he leído en mucho tiempo." - "Bellamente escrito y absolutamente magnífico, DAYTRIPPER me impactó por completo." - Gerard Way (The Umbrella Academy, My Chemical Romance) ¿Cuáles son los días más importantes de tu vida? Fábio Luna y Gabriel Bá responder a esa pregunta en la serie de éxito de crítica y público que tuvo la industria por la tormenta, ganando elogios de esos cómics veteranos como Terry Moore, Craig Thompson y Jeff Smith. Siga los aspirantes a escritor Brás de Oliva Domingos, ya que cada capítulo de compañeros DayTripper en en un momento completamente diferente en su vida. Luna y Bá cuentan una historia bellamente lírico crónica de toda la existencia de Domingos - de sus amores a sus muertos y todas las posibilidades intermedias. Introducción a cargo de Craig Thompson (Blankets). La premisa es no por más vista menos interesante; Brás, el protagonista, vive una vida distinta en cada capítulo, y en cada capítulo, al final, muere de modo irremediable. Pero muere solo para dar paso a otra posibilidad. En cada vida su existencia girará en torno a un sentimiento, a una verdad, a un pedazo de su alma a la que se aferrará hasta el final. En sí mismo el planteamiento no deja de ser en el fondo una idea (que aprovecha con inteligencia la estructura por entregas del cómic serializado) ya planteada en multitud de películas o series de tv (con la reciente LAS VIDAS POSIBLES DE MR. NOBODY a la cabeza), pero el origen brasileño de los responsables encauza la historia, de modo refrescante, hacia la tradición narrativa latinoamericana de tintes humanistas, con clara preferencia hacia el realismo mágico de García Marquez, lo cual es, de entrada, síntoma de altas aspiraciones literarias. Quizá demasiadas. Así pues, el amor, la amistad, la familia, los recuerdos de infancia, las cosas importantes de la vida en el fondo, serán los auténticos núcleos temáticos de una epopeya íntima, delicada, casi minimalista en su voz narrativa. El dibujo, obra de Gabriel Bá, resulta sencillo, cálido, no especialmente lúcido ni sorprendente, pero tremendamente efectivo a la hora de transmitir sensaciones, algo a lo que ayuda sobremanera el colorido de Dave Stewart (destacar la viñetas submarinas de la segunda historia resulta obligado), a mucha distancia del habitual mainstream en forma y fondo. Un trabajo más que digno que cuenta con la fortuna de acompañar una historia que parece escrita para ser ilustrada de dicha manera.

Champakou 3

Ministerio del espacio 3

Ministerio del espacio 2

Ministerio del espacio 1

A finales de la Segunda Guerra Mundial, son los ingleses quienes consiguen hacerse con el control de los científicos alemanes de Peenemünde, personajes tan famosos como Werner Von Braun, se unen al Ministerio del Espacio Británico y no a la NASA de los Estados Unidos. A partir de esta premisa nos encontramos con un mundo radicalmente cambiado, son los Ingleses quienes ponen a un hombre en órbita por primera vez, y como se ve en la imagen, es la bandera británica la que ondea por primera vez en la Luna. Pero no solo eso, también nos muestran un avance tecnológico muy acelerado. El primer satélite artificial, El “Victory” orbita la Tierra en 1948 y no en el 57 como en el caso del Sputnik, y a diferencia de Yuri Gagarin que llegó al espacio en 1961; Sir John Dashwood alcanzó el espacio en ¡1950! Y ¿la llegada del hombre a la Luna? ¡Pues en 1956! Justo a tiempo para la coronación de la Reina Elizabeth… Este entusiasmo por el espacio revitaliza toda Inglaterra, que nunca pierde sus colonias, y “El Imperio donde nunca se oculta el Sol” continúa expandiéndose mas allá de la Tierra, creando bases en la Luna, construyendo Satélites recolectores de energía solar, etc. convirtiendo al Imperio Británico en una civilización muy avanzada. Pero ¿de donde sale todo el dinero para semejantes proyectos?… El Arte de Chris Weston y Laura DePuy es espectacular y muy apropiado para la historia, los diseños de las naves muy acordes a lo que se veía en aquellas épocas, pero además de eso, los colores que se han utilizado, el sombreado, todo muy bien estudiado para dar este toque victoriano, ese toque antiguo, sobrio, imperial.